sábado, 31 de diciembre de 2011

Sobre balances de año

Solemos hacer balances del año cuando se acercan a su fin. Yo también los hago, los hice y los voy a seguir haciendo. Pensando en la vida, la felicidad y la oportunidad que este blog me da, me pregunté por qué hacemos balances y ahora se los voy a mostrar.

De un balance resultan, como es lógico, aspectos positivos y negativos, que todo balance los tiene. En un año se viven muchas cosas, también se pierde y se gana, se disfruta y se sufre. El balance lo que nos permite es darnos cuenta qué días en especial uno recuerda y eso es lo que verdaderamente queda del año. Son cosas buenas y malas, pero son cosas propias y que sabemos que van a quedar. Al pensar en el año 2011, se me vienen dos meses a la cabeza: Febrero y Junio, los dos a comienzos de mes. Pero no tengo intención de poner mi balance acá.

Pensar en todo lo que pasó nos ayuda a valorar lo que sucede en nuestra vida que quizá se vuelve un poco rutinaria. Hacer un balance nos permite rescatar lo bueno y lo malo y darnos cuenta de que hay algo que es diferente a los demás años. Por eso hacemos balances, repasamos todo lo que nos sucede y de ahí resulta todo lo que va a quedar en nuestro recuerdo. Hagamos balances, pero no por el mero hecho de hacerlos, sino sabiendo su importancia en el presente y para el futuro.

viernes, 23 de diciembre de 2011

Cielo o infierno


¿Y si la Tierra es el infierno? ¿Y si estamos en la Tierra para intentar transmitir a los demás el cielo en el que se puede transformar? Puede ser que tengamos que basar nuestras acciones para construir el cielo en la Tierra. Yo elijo hacer de la Tierra un cielo, disfrutándola al máximo con los seres que aprecio y transmitiendo a la gente que algo bueno es posible.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Tropezón no es caída

Para darse cuenta de lo importante que es estar firmemente parado, es necesario caer, lastimarse y volverse a levantar

miércoles, 26 de octubre de 2011

Conseguir felicidad real


En la incertidumbre uno puede conseguir la mayor felicidad ficticia o la peor tristeza real, depende de la visión de la vida de cada uno. Lo mejor es tener seguridad en uno mismo y en el otro, para vivir lo que realmente es y no de imaginaciones

domingo, 16 de octubre de 2011

El poder de la palabra








El arma más compleja es la palabra. Puede servir tanto como para herir a alguien, tanto como para hacerlo sentir mal, como para mostrar indiferencia. El poder de la palabra es inconmensurable

domingo, 9 de octubre de 2011

Entrega de amor


El amor es una de las pocas cosas que cuando la compartís, obtenés más que si te lo guardás para vos mismo

jueves, 6 de octubre de 2011

Confianza y libertad

Si uno impone la confianza en los demás, ellos irremediablemente le concederán la libertad. La confianza acarrea libertad y conjugar libertad con confianza y felicidad permite la autorrealización y la vida plena.

jueves, 29 de septiembre de 2011

Amor resurgiente


El amor es como el ave fénix. Cuando resurge de las cenizas, renace con 500 años menos, con una visión adánica del mundo, y con una forma diferente a la que tuvo en el último tiempo de vida.

lunes, 26 de septiembre de 2011

Inadaptado al mundo

Existen algunos momentos en que uno desearía ser una persona normal, bien acostumbrada al mundo y alejado de todos los planteos sobre la realidad. No puedo serlo, y a veces me hace mal la sensación de no poder adaptarme a lo que se espera de uno, pero otras en que no me arrepiento

domingo, 18 de septiembre de 2011

Luchar contra el viento

Las cosas hermosas se las lleva el viento, pero ese mismo viento te traerá cosas nuevas, buenas o malas, que luego también se irán. Hay que combatir contra el viento, protegiendo lo que uno más quiere, cubriéndolos con toda la vida, para que permanezcan por más tiempo.

Es común decir que las cosas se las lleva el viento. También es común pensar que las cosas buenas son las que más se lleva, pero en realidad se lleva todo lo que no debemos tener en determinado momento de nuestra vida. Si tenemos que sufrir, sufriremos sin que el viento se lleve nada. Igual con todo lo que nos gusta tener, pero en algún momento el viento se lo lleva, para que nunca vuelva.

 

Sin embargo, no todo depende del viento. Como se puede observar en la imagen, nosotros como personas podemos proteger lo que queremos y lo que más valoramos. A veces no se puede combatir contra el viento, pero quedamos satisfechos de, al menos, haber hecho nuestro mejor esfuerzo. Se podría decir que la mejor estrategia para combatirle al viento es la preocupación, el mostrar interés en preservar lo que uno más quiere. Quizá unos buenos motivos pueden llegar a convencer al viento. 

 

Cuando el viento se lleva determinadas cosas, como todo en la vida, también nos trae nuevas para que nosotros tomemos decisiones. Determinar qué es lo importante, utilizar el escudo para proteger lo que trajo de nuevo y uno valora de verdad. El viento no es necio, solamente responde a la lógica de cada persona. El viento es el que mejor entiende lo que valoramos y lo que supimos cuidar, y si no lo hicimos o quisimos hacer, entonces se lo lleva.

 

Personalmente aprendí esto. Ahora aprendí a luchar con el escudo contra el viento. A veces las cosas no se dejan cuidar, pero uno puede estar tranquilo de que dio lo mejor de sí. El viento no es vengativo ni malvado, solamente nos muestra lo que hicimos bien y lo que no, cuando se lo lleva o cuando lo deja. Con cuánta fuerza combatimos para defender lo que más apreciamos 

jueves, 15 de septiembre de 2011

Éxito asegurado

Con aspiraciones altas, el éxito es rotundo o los logros son normales, pero siempre se consigue algo satisfactorio. Con aspiraciones normales, existe el riesgo de un éxito ajustado o un resultado indeseado. Por eso es bueno aspirar a cosas bien grandes, aunque parezcan imposibles.

 Tanto Nefertiti como todo el arte egipcio, especialmente en su arquitectura y escultura, tenía grandes aspiraciones por ver todo lo que se venía, ver más allá de lo que todos ven. Con la mirada puesta en el horizonte y (en los hombres) una pierna dando un paso hacia adelante, nos muestra la actitud de nuestras aspiraciones. 

 

Cuando uno aspira a cosas grandes, teniendo noción de lo complicado que puede parecer lograrlo, hace lo que sea necesario para alcanzarlo. Aspiraciones tomadas en cuenta como un deseo ferviente de tener algo, de alcanzar un objetivo. Sea una nota en la escuela o la amistad de una persona. Al tener aspiraciones altas, se asume un posible riesgo irreversible, pero la mayoría de las veces se consigue ese objetivo grande, o bien un resultado aceptable. Si uno estudia mucho, es factible que le vaya excelente o muy bien.

 

Cuando una persona tiene aspiraciones normales, se podría decir mediocres, el éxito se hace más complicado. Se corre mayor riesgo de fracasar en lo que se quiere alcanzar. No quiere decir que no se pueda alcanzar, pero es un éxito ajustado, o un resultado quizá indeseado. La posibilidad de fracaso es mucho mayor que con aspiraciones altas. Si uno estudia solamente para aprobar con 6, es probable que algún imprevisto lo haga desaprobar. Lo mismo si uno intenta conquistar la amistad de una persona, pensando en que nunca va a querer ser su amiga.

 

Por más imposible que parezca, es importante tener las aspiraciones bien altas. Esto no garantiza un éxito rotundo, pero de esta forma es mejor para conseguir lo que uno desea. Aspirar a mucho no le hace mal a nadie, solamente requiere un gran esfuerzo de voluntad, sostenido de una confianza y optimismo al servicio de la persona. 

viernes, 2 de septiembre de 2011

Vida con vallas

La vida es un salto constante de vallas. Después de saltar tantas, en algún momento el cansancio llega y tropezas. Pero eso no impide que te levantes y sigas saltando. No existen caminos alternativos, ni se puede evitar las vallas. Al final se encuentra lo que uno más desea

  La vida no consiste, como es lógico, en un camino simple por recorrer. En este caso, planteo la interposición de vallas en nuestro camino de la vida, que nos dificulta avanzar, pero no nos imposibilita. 

 

Como es normal, luego de mucha actividad, uno termina tropezando con las vallas, donde se producen lastimaduras o simplemente un cambio en la "cotidianeidad". Todos tenemos la chance de levantarnos y seguir avanzando, tomar carrera nuevamente y seguir saltando. No se puede volver atrás, porque el error ya está hecho, solo se puede continuar y, en el caso de haber reconocido el error cometido, tenerlo en cuenta al saltar la valla siguiente.

 

Una persona inteligente me podría plantear dejar de saltar las vallas y llegar al final caminando por el costado. Yo le contestaría que si la vida fuese tan simple, no tendríamos incentivos para vivir, para estar saludables. Vivir es, ante todo, estar en continuo movimiento, experimentando cosas. Lo bueno cuesta, el esfuerzo sería saltar todas y cada una de las vallas. Al llegar al final, está lo que uno más desea, si decidió superar todos los obstáculos, aún sin saber qué le esperaba.

 

A diferencia de una carrera de salto de vallas, acá no se trata de llegar más rápido, sino de llegar mejor. Saltar la mayor cantidad de vallas, sin importar la cantidad de veces que tropieces, sino la cantidad de veces que te levantaste y tuviste la voluntad de seguir adelante. Así es la vida, vallas por doquier, una persona que debe recorrerla y un premio al final. No puedo decir cuál, porque no todos tenemos los mismos deseos, pero cada uno lo irá descubriendo.

jueves, 25 de agosto de 2011

Valor humano

En la calidad también se puede encontrar la cantidad. Una persona sola puede valer como miles, mientras que miles de personas pueden no llegan a formar una sola.

Cuando buscamos las personas con quienes vamos a pasar el resto de nuestras vidas, ya sea amigos, novios, etc. es normal buscar gente con un valor humano importante, que a uno lo complemente. ¿Qué es el valor humano?

Que una persona busque a alguien con un gran valor humano no significa que los que no tienen valor humano quedarán solos. No todos se fijan mucho en eso, y además posee mucha subjetividad esta clasificación, porque puede ser de una forma con algunos y de otra con los demás. No hay una característica para juzgar si una persona tiene o carece de valor humano. Como todo lo que respecta a los hombres, posee mucha subjetividad.

Cada cual elije con quien va a pasar su vida. Se puede buscar cantidad o calidad. Tener muchos amigos o andar con muchas mujeres, o elegir una mujer o pocos amigos cercanos y saberlos aprovechar. Una persona sola puede satisfacer todos tus deseos y expectativas, valiendo como miles. En la cantidad, pocas veces se encuentra la calidad, pero si en sentido contrario.

Las elecciones en la vida son la base del progreso. Buscar la calidad es el objetivo. El valor se encuentra en la calidad, aunque algunos crean que es simplemente la cantidad lo que importe. A veces pocos son más que muchos, y de mejor calidad, hay que aprender a seleccionar. 

lunes, 15 de agosto de 2011

Sobre relecturas

Cuando uno da vuelta una página de un libro, puede volver para atrás para ver cómo fue, pero no puede vivir la historia de la misma manera, sino para recordar o repensar. En la vida constantemente pasamos de página, pero las otras ya están escritas y queda en la memoria lo más importante...No hay que intentar volver a sentir el libro, porque no se puede, sino entender el libro, para comprender el final.


La primera lectura de un libro implica una emisión de un juicio acerca del material muy drástica: me gustó o no me gustó. Así, a secas. La vida no se puede calificar de la misma manera, y menos cuando ya se terminó, sino a partir de las lecturas que se van haciendo.

Cada día de nuestra vida pasamos una página tras otra. Lo único que podemos hacer es volver atrás y repasar o releer lo que ya ocurrió. No se puede volver a vivir de la misma manera, ni tampoco se puede volver atrás para empezar de nuevo, hay que seguir adelante con las páginas ya escritas. No obstante, es necesario entender lo que ocurre y por qué ocurre para llegar a alguna conclusión sobre el final del libro, cómo se va dando.

Pasar páginas implica un progreso. No en el sentido de "todo pasa", sino "lo hecho, hecho está". El mensaje del libro (que coincide con la imagen) es claro. "Todo depende de tí". Un libro cualquiera está escrito por otro, el libro de la vida lo escribimos cada uno. Los hechos no se pueden modificar, pero sí comprender y sacar conclusiones. No se trata de retroceder, sino de rememorar, de revisar lo que pasó.


No hay que tratar de volver a lo mismo. Un hecho repetido dos veces, en cualquier libro, lo vuelve repetitivo y poco novedoso. Hay que renovar, hacer cosas nuevas, pero teniendo en mente lo acontecido, bien entendido y asimilado. Las hojas pasan, pero siempre algo queda en nuestra mente.

sábado, 6 de agosto de 2011

Apariencias que no engañan

Hay veces que las primeras impresiones y apariencias no engañan, sino que muestra lo que la persona va a querer ocultar en adelante, por un fin determinado.

 Muchas veces hablamos de las primeras impresiones de las cosas. Cuando vemos a una persona por primera vez, siempre un primer juicio aparece, al igual que al observar un objeto. El iceberg representa una apariencia superficial que engaña, ya que oculta mucho más en lo que no se puede percibir a simple vista. Al igual que una persona. ¿Siempre engañan las apariencias?

Hace tiempo que vengo pensando la frase. Cuando uno tiene cosas de las cuales se avergüenza o que le parece que no serían bien vistas, por lo general las oculta. Al conocer a una persona, ya con bastante tiempo (no hablo de un solo día), hay veces que se ataja para intentar ocultar determinadas características, pero que tal vez la otra persona lo descubrió con una simple mirada a los ojos o al cuerpo entero.

Hay rasgos que son difíciles de ocultar. Si uno se ataja diciendo: "yo no soy celoso", "yo soy pudoroso", pero después no demuestra lo mismo con los actos, anda actuando al igual que un celoso, o anda vestido/a de una manera excesivamente seductora, es obvio que lo que trató de ocultar no le resultó posible.

Con esto que digo, no quiero decir que esté mal ser así, pero sí que está mal ocultarlo. A las personas nos gusta conocer al otro auténtico, con sus virtudes y defectos, y después elegimos si queremos seguir tratando con esa persona o no. Así que a veces las primeras impresiones no engañan, sino que muestran lo que el otro quiere ocultar. ¡A prestar atención!

martes, 2 de agosto de 2011

Palabras de un sabio


Cuando John Lennon tenía 5 años, le preguntó a su madre: - Mamá, ¿cual es la moraleja de la vida? Y su madre le respondió: - Sé feliz. Otro día en la escuela, la maestra de John Lennon le dio una tarea que le preguntaba qué quería ser cuando fuera grande, y John Lennon dijo que quería ser feliz. Al día siguiente, la maestra dijo: - Usted no entiende la tarea. Y John Lennon dijo: - Y usted no entiende la vida.

Retransmito estas charlas que tuvo John Lennon con su madre y su maestra. Este gran cantante, también en sus canciones intentaba reflejar una visión del mundo y una visión utópica de cómo se podría cambiar el futuro, donde el cambio empieza desde cada uno. Acá comienza un planteo interesante: el rol de la educación en el hogar y la educación en la escuela y la universidad.

La familia de Lennon, en este caso su mamá, le enseñó que el objetivo de la vida es ser feliz. Lo que los familiares, y particularmente los padres te inculcan, es palabra mayor y nadie la puede cambiar. Así comienza la educación, una planta no puede seguir creciendo si cambia sus raíces. El fin de la vida es ser feliz, haciendo lo que a uno le gusta, compartirlo con gente que lo hagan sentir bien a uno.

Cuando la maestra manda el deber a los chicos, y la pregunta va dirigida hacia el futuro, lo que uno quiere ser cuando sea grande, John respondió con todo lo que había aprendido. Comprendió que le preguntaron sobre ser, y no qué quería hacer en su futuro. No es que no supo entender la pregunta, sino que la intención de respuesta de la profesora era muy superficial.

Sin dudarlo, el niño le respondió que no entendía la vida. ¿Quién la entiende en realidad? Él, por lo menos, se planteó un objetivo, tan simple y tan complejo a la vez, que es ser feliz. Ese es su horizonte, el motivo de su vida. Es lo que quería ser en el futuro. Es una meta brillante, que podríamos todos buscar. ¿Si no que buscamos? Ganar más plata o más prestigio no parece muy decoroso. Buscar la felicidad por medios propios es el fin de la vida, para la autorrealización

sábado, 30 de julio de 2011

Amor a distancia

El amor a distancia es posible por un tiempo determinado y no muy extenso. No porque el amor se desgaste, sino porque es necesario estar en contacto para hacer crecer el amor

El amor a distancia es un tema muy complejo de entender a menos que te pase y por un tiempo considerablemente largo. A partir de lo que pensé, sumado a pequeñas experiencias por separaciones relativamente cortas, explicaré lo que el amor a distancia conlleva y si es posible o no.

Si entendemos al amor como una planta, la utilización del paralelismo es indispensable para comprender cómo se mantiene una relación. Es necesario que el agua esté en contacto con la tierra, para que crezca la planta de forma correcta. Como el proceso de las plantas, en una relación entre seres humanos también es necesario el contacto. Un abrazo, un beso o cualquier otra variante actúan como el agua que hace crecer la planta. En este sentido, es imposible mantener una relación a distancia, salvo que sea por un período de tiempo fijo, que en algún momento vuelva el contacto.

Siguiendo con la comparación, hay formas alternativas de conseguir agua, pero estas no hacen crecer la planta adecuadamente. Un mensaje a la distancia cargado de sentimientos no es suficiente para mantener la planta viva, tampoco una llamada cada día. Es necesario que la persona indicada riegue la planta con el agua indicada, porque sino es casi seguro que otro va a desenterrar la planta marchita y va a plantar una nueva.

En fin...es imposible mantener una relación a distancia por tiempo indefinido. Un tiempo de separación moderado permite a cada integrante reflexionar y ver si está tomando las decisiones correctas. Es indispensable regar la planta del amor cada día, con agua de la buena, cargada de presencia y sentimientos puros, sino la planta se marchita y, poco a poco, muere.

miércoles, 20 de julio de 2011

Vida bifurcada

La vida te da la oportunidad de elegir entre dos caminos. Te lleva por el que elegiste. Si tropezas con una piedra, la vida te da la oportunidad de retroceder y elegir el otro. No se sabe lo que hay. Los sensatos que arriesgan en la vida para conseguir algo mejor toman el nuevo, sabiendo que al final puede estar la felicidad, los otros toman lo seguro sabiendo que van a tropezar con la misma piedra

La vida encuentra sus bifurcaciones en las decisiones que vamos tomando. Antes de explicar la frase, quiero dejar en claro que no quiero decir que la vida tiene solo dos caminos, sino que simbolizan lo conocido y lo aún no vivido. En la vida elegimos un montón de caminos, sobre una variedad inmensa de aspectos, pero esto sería un simbolismo de las decisiones en la vida de cada hombre.

 

Al comienzo, cuando uno empieza a tomar decisiones, los dos caminos son desconocidos. Cada cual, a su vez, se sigue bifurcando infinitamente. Uno tiene la posibilidad de elegir. En algún momento, en el sendero se puede interponer una piedra que te impida seguir caminando, o te haga sufrir mucho para superarla. La vida es tan generosa que te da la oportunidad de retroceder para tomar una nueva decisión. Los más sensatos eligen el otro camino, el aún no recorrido, asumiendo todos los riesgos que eso implica. Los demás, por miedo a lo desconocido, retoman el mismo camino, sabiendo que al final se va a encontrar con la misma piedra. 

 

Estas bifurcaciones en el camino se terminan en algún momento, precisamente cuando uno encuentra la verdadera felicidad. Los que tomaron el riesgo de cambiar de rumbo, tal vez la encuentren o quizá no, y tengan que volver a retroceder. Me preguntarán cómo sé cuándo conseguimos la verdadera felicidad. Yo les respondo, cuando de verdad se sientan felices, de vivir, de estar con la gente, cuando se sientan bien con ustedes mismos.

 

Las bifurcaciones tienen una única meta: la felicidad. Pese a que muchos intentan descubrir la clave para obtenerla, yo me doy cuenta que no todos somos felices de la misma manera. Es decir, la felicidad es muy subjetiva. ¿Quién sabe si al final de las bifurcaciones lo que vemos es una ilusión, un espejo que nos muestra a nosotros felices? Tal vez las bifurcaciones sigan, pero no las podemos ver, solo nos vemos con una felicidad inmensa. Busquemos ese final del camino, porque ahí yace la verdadera felicidad, que es cuando cada uno, desde su posición, se sienta pleno de felicidad.

domingo, 17 de julio de 2011

El libro de la vida

El ser humano es como un libro con final abierto. Tiene unas páginas para llenar, con historias para contar y compartir con otras personas. Y cuando se termina guarda un montón de secretos, lo que nunca contó, y la gente comienza a hacer suposiciones sobre lo que no se supo. Y nunca nadie sabe la verdad, solo el autor, que es cada uno.

Comparar la vida de un ser humano con un libro es una acción que comencé al plantear cómo sería contar la historia de mi vida. Uno de los objetivos de la vida (y que gran cantidad de personas cumplen) es escribir una autobiografía. Pero esto no tendría ningún tipo de análisis. Sin embargo, planteo la vida como un libro con final abierto y ahora explicaré a qué me refiero con esto.

La vida la vamos completando con nuestras historias, la construimos día a día y, pese a no poder recordar cada detalle, siempre lo relevante permanece, sea en la mente de uno mismo o en la de otro, si realizamos buenas o malas acciones. A la vez, muchos de los actos que realizamos día a día son dignos de ser contados, ya sea porque son graciosos, tristes, alegres, de mucha suerte, etc. Con cada acción que hacemos en la vida, hay algo que permanece y que nos dice si lo podemos volver a hacer o si no lo debemos hacer más. Estas enseñanzas muchas veces también les son útiles a otras personas que se enteran de la historia, por eso es importante compartirlas con los demás.

Todo libro tiene un final. Existen finales cerrados y finales abiertos, finales felices y finales tristes. Creo que la vida tiene un final abierto, porque uno nunca termina de escribir ese libro ni contarlo absolutamente todo, siempre algo se guarda. Como muchos autores famosos, reservan la explicación del final (si es que tiene alguna) y que cada lector interprete lo que le parezca. Así pasa en la vida, cuando se termina y la gente empieza a analizar la vida del difunto, diciendo algunos que era bueno, otros que era un psicópata, y el único que sabe la verdad es el autor, de esa vida y, en consecuencia, del libro entero.

Cada cual escribe su libro. Como siempre los demás lo terminan de escribir, al dar sus opiniones sobre la persona (o sobre ese metafórico libro que escribió, su vida misma). 

viernes, 15 de julio de 2011

El amor rompe cabezas

El corazón es un rompecabezas. Cuando esta completo, uno se siente feliz. De un día para el otro se desarma... a base de mente positiva, lógica y mucha paciencia se va reconstruyendo, al igual que cualquier rompecabezas...

El amor, definitivamente, rompe cabezas. Cuando está presente, uno se comienza a plantear si puede durar para siempre. Cuando no está, uno se pregunta por qué no está y se plantea si puede estar en el futuro. Pero la vida no es un rompecabezas solo en ese sentido. Acá voy a intentar explicar.

El corazón se siente completo cuando finalmente consigue la felicidad, cuando siente que no le falta ninguna pieza y finalmente siente que está satisfecho tal y como está, o si es ambicioso, busca un poco más. Sin embargo, no es fácil que se mantenga completo. A veces hay factores externos que hacen que alguna pieza se pierda, o a veces es una decisión propia, de volver a empezar, y construirlo una vez más usando piezas diferentes. 

A este punto quería llegar. Siempre es posible reconstruir nuevamente el corazón, pese a que una pieza se pierda. Se puede usar otras piezas, porque siempre se puede comenzar un rompecabezas desde el comienzo, usando otras piezas y otros métodos. Hay veces que es difícil darse cuenta (lo digo por experiencia), pero siempre se puede encontrar otras personas que te ayuden a reconstruirlo. No está mal pedir ayuda, a veces llega sola cuando de verdad ganaste el afecto de los demás.

Uno nunca sabe. Quizá esa ayuda que estabas necesitando se convierta en la pieza principal para rearmar el rompecabezas. Y esto último también lo digo por experiencia propia. Hay que pensar en que todo pasa por algo, asimilarlo y así construir nuevamente el corazón, ese rompecabezas que debe estar ordenado y completo para finalmente conseguir la felicidad. 

lunes, 11 de julio de 2011

Opuestos o parecidos

"Hay una ley física que dice que los polos opuestos se atraen. ¿En el amor será algo parecido, el hombre buscará en la mujer un complemento, y viceversa. Si son parecidos, será difícil perdurar en el tiempo al no haber nada novedoso?". 

 Involucrarme en el contenido de esta frase es un desafío que me dí cuenta que en algún momento tenía que afrontar. Como todo en la vida, pasé de estar completamente seguro de esta afirmación (que ahora la construí en forma de pregunta) a practicamente desecharla como verdad absoluta. 

Dos personas que son diferentes pueden encontrar en la otra persona lo que uno carece. Uno puede darle el toque romántico, el otro le aporta pasión. Uno otorga el carácter de pensar en un futuro, el otro puede considerar que pronto se va a terminar. Esto indudablemente implica una disparidad en la pareja que, en algunos casos, se admite como inevitable y se puede seguir de esta manera. En otros casos, se termina al poco tiempo, porque la diferencia también conlleva a roces inevitables. Creo que dos personas muy diferentes se puede complementar, pero se hace más complicado perdurar en el tiempo porque tienen distintos intereses y distintas formas de percibir la vida y el amor, que en el futuro no muy lejano salen a la luz.

Dos personas parecidas saben qué esperar del otro. Tienen cierta seguridad de la otra persona, porque observando el modo en que uno actuaría, el otro haría el acto reflejo. Uno ya sabe qué puede esperar, esa respuesta parecida, esa misma visión respecto del amor y la vida. También en cierto modo se complementan, pero en otros sentidos, se acompañan en la vida sabiendo que el amor no conoce fronteras, o bien se acompañan por un rato con la certeza de que pronto todo va a terminar. 

En la vida uno puede cambiar de opinión, pero es necesaria la experiencia. Yo creí que en la diferencia se encontraba el interés, y es así, pero no la perdurabilidad ni una concepción parecida respecto al amor, que complica realmente las cosas. Con una persona parecida, se puede proyectar los dos juntos, teniendo como base una idea similar de la vida y el amor y uno puede encontrar en el otro la respuesta que se espera y no sentir que uno se da completamente sin recibir lo mismo o más a cambio.

lunes, 27 de junio de 2011

Cosa del pasado

El pasado no hay que pisarlo ni olvidarlo, hay que asimilarlo y tomarlo como una experiencia más de esta aventura llamada vida.

La pregunta de la imagen es la que muchos tenemos en la cabeza cuando algo o alguien en el pasado nos ha desilusionado. La respuesta que viene primero es "hay que olvidar y empezar de nuevo". La experiencia me dice y seguramente a casi todos que eso no es posible. Entonces, ¿qué hacer para poder escribir el futuro?

Las malas experiencias nos sirven justamente para eso, para adquirir experiencia. Es imposible olvidar las cosas que marcaron un cambio en nuestra vida, pero tampoco es posible ni saludable vivir del recuerdo de lo que pasó, porque la vida sigue. Por eso es que detesto la frase: "lo pasado, pisado" porque implica cierta agresividad. Prefiero usar "asimilar" porque esto implica tomar lo mejor de todo lo que pasó y que eso permanezca. El resto se puede desechar, pero lo que pasó no se debe ni se puede olvidar, justamente para no volver a repetir los mismos errores.

Esta es la forma en que podemos empezar a escribir futuro, asimilando el pasado. Normalmente creemos que el olvido es la salida, y no está mal intentarlo para darse cuenta que no es posible. Para darse cuenta hay que experimentarlo, no sirve que otro te lo diga, porque tiene que ser parte de la propia experiencia. Esto permite evitar cometer los mismos errores y continuar en esta aventura llamada vida, que debemos disfrutar lo más posible, pero siempre tomando de la mejor manera el pasado que, tal vez, en un momento nos hizo mal.

martes, 21 de junio de 2011

Disfrute a tiempo

Uno aprecia el verdadero valor de lo que tiene en el momento en que lo deja de tener, sea por una hora, sea por un mes, sea por un año o sea por siempre

Desde chicos somos acostumbrados a la posesión o a la carencia de determinados objetos y personas. Hay gente que puede disponer de todo lo imprescindible (sea comida, ropa, etc.) y otra que no. También hay gente que puede disfrutar de una familia unida y completa, pero otra a la que le falta un miembro importante. Generalmente a los que no les falta nada son los que les cuesta más apreciar el valor de lo que tienen, porque siempre lo tuvieron.

Una de las formas de darnos cuenta la carencia de algo es cuando se corta el suministro de luz, agua o gas. Ahí uno puede comenzar a comprender la importancia de dichos elementos en nuestra vida cotidiana. Lo mismo ocurre cuando nos falta algún objeto al que le tenemos mucho cariño y que de un día para otro no podemos encontrar. En este aspecto, las cosas materiales son las que necesitamos y que por un momento de falta comenzamos a tomar noción de lo importantes que son.
No hay que dejar de lado el sentimiento. Muchas veces uno siente que no aprovecha lo suficiente a su familia, que podría pasar más tiempo con ellos, compartir lo que pasa durante el día. Pero cuando ellos falten, es un hecho irreversible y hay dos sentimientos posible: la satisfacción o el arrepentimiento. Lo mismo puede ocurrir con la persona que uno ama. Hay que aprender a valorar a la gente que tenemos a nuestro alrededor, porque no sabemos por cuánto tiempo van a estar, ni tampoco podemos tomar noción de lo importante que son en nuestras vidas.

Retomo la cuestión del tiempo. Todo nos lleva a este aspecto tan abundante como carente, dependiendo de la circunstancia. Hay que intentar reflexionar un poco, salir de uno mismo, para tomar conciencia de todo lo que nos rodea; de la gente, de los objetos, de todo y de todos. La vida (ni la nuestra ni la de los demás) tiene fecha de vencimiento. No sabemos cuánto vamos a estar, pero mientras vivamos es importante la búsqueda de la felicidad,  porque cuanto mejor es el camino, mejor es la llegada a la meta.

viernes, 10 de junio de 2011

Vida y tiempo

El tiempo es vida. La vida es tiempo

Tiempo y vida son dos palabras que se encuentran tan cercanas como alejadas en las vivencias de las personas. Como dice la frase del principio, el tiempo nos da la vida y la vida también nos da el tiempo, y es importante profundizar un poco en estos aspectos.

El tiempo, ese amigo que cuando lo necesitamos no está y cuando no lo requerimos hay de sobra, es lo que nos permite vivir. Cuando uno hace un buen uso del tiempo, siente que la vida adquiere un mejor significado, especialmente cuando lo dedica a compartir con otras personas. No voy a negar que si se aprovecha el tiempo estudiando o trabajando se genera cierta satisfacción, pero incomparable a la de estar con otra gente. El tiempo es ese infinito que no podemos tomar noción, porque parece que hay tanto por delante, pero cuando pasa aparenta haber pasado tan rápido. Por eso se dice que la vida pasa rápido, porque el tiempo se pasa rápido...el tiempo es vida

La vida, esa aventura maravillosa en la que nos vemos inmersos por una voluntad que nos excede, se basa en el tiempo. Una vida sin tiempo pasaría fugazmente. Pero no. El tiempo se va extendiendo y adquiere la magnitud de la vida, es decir, corren paralelamente. La vida a veces nos permite hacer buen uso del tiempo, otras veces no, pero siempre nos permite tener en claro que la vida es tiempo

Es necesario tomar noción de esta interrelación entre tiempo y vida. Una no puede existir si la otra parte no está presente. Pero cada vida tiene tiempos distintos, mientras que el tiempo, a su vez, brinda a cada persona una vida distinta, según sepa administrarlo cada uno. Por este motivo, es necesario hacer un buen uso del tiempo, sabiendo que así es mejor la vida, y hacer buen uso de la vida, sabiendo que no sabemos cuánto tiempo la vamos a poder disfrutar. ¡A vivir!

jueves, 9 de junio de 2011

Elecciones de vida

Qué bien se siente cuando uno hace una elección y día a día siente orgulloso de esa decisión y lo volvería a hacer una y mil veces sin vacilar





La vida se basa en elecciones. Uno va eligiendo entre lo que le hace bien y lo que lo perjudica. A veces nos podemos equivocar, pero eso nos sirve para aprender qué caminos no hay que tomar. La vida no es una elección, porque nacemos por una voluntad divina, pero sí se basa en elecciones.

No siempre las elecciones son negativas. A veces uno toma decisiones que siente que le favorece, desde lo más simple hasta lo más abstracto. En ese estado de seguridad en las decisiones que se toman, no hay nada más satisfactorio que sentir que se está haciendo lo correcto, y lo haría un millón de veces sin vacilar. 

Nadie nos asegura que las decisiones que tomamos nos van a favorecer o van a ser perjudiciales, pero es necesario intentar para progresar en la vida. Se trata de ensayo y error, pero cuando uno cree que tomó la decisión correcta, lo haría muchas veces más, y el sentimiento de seguridad es algo incomparable.