domingo, 17 de julio de 2011

El libro de la vida

El ser humano es como un libro con final abierto. Tiene unas páginas para llenar, con historias para contar y compartir con otras personas. Y cuando se termina guarda un montón de secretos, lo que nunca contó, y la gente comienza a hacer suposiciones sobre lo que no se supo. Y nunca nadie sabe la verdad, solo el autor, que es cada uno.

Comparar la vida de un ser humano con un libro es una acción que comencé al plantear cómo sería contar la historia de mi vida. Uno de los objetivos de la vida (y que gran cantidad de personas cumplen) es escribir una autobiografía. Pero esto no tendría ningún tipo de análisis. Sin embargo, planteo la vida como un libro con final abierto y ahora explicaré a qué me refiero con esto.

La vida la vamos completando con nuestras historias, la construimos día a día y, pese a no poder recordar cada detalle, siempre lo relevante permanece, sea en la mente de uno mismo o en la de otro, si realizamos buenas o malas acciones. A la vez, muchos de los actos que realizamos día a día son dignos de ser contados, ya sea porque son graciosos, tristes, alegres, de mucha suerte, etc. Con cada acción que hacemos en la vida, hay algo que permanece y que nos dice si lo podemos volver a hacer o si no lo debemos hacer más. Estas enseñanzas muchas veces también les son útiles a otras personas que se enteran de la historia, por eso es importante compartirlas con los demás.

Todo libro tiene un final. Existen finales cerrados y finales abiertos, finales felices y finales tristes. Creo que la vida tiene un final abierto, porque uno nunca termina de escribir ese libro ni contarlo absolutamente todo, siempre algo se guarda. Como muchos autores famosos, reservan la explicación del final (si es que tiene alguna) y que cada lector interprete lo que le parezca. Así pasa en la vida, cuando se termina y la gente empieza a analizar la vida del difunto, diciendo algunos que era bueno, otros que era un psicópata, y el único que sabe la verdad es el autor, de esa vida y, en consecuencia, del libro entero.

Cada cual escribe su libro. Como siempre los demás lo terminan de escribir, al dar sus opiniones sobre la persona (o sobre ese metafórico libro que escribió, su vida misma). 

No hay comentarios:

Publicar un comentario