sábado, 30 de julio de 2011

Amor a distancia

El amor a distancia es posible por un tiempo determinado y no muy extenso. No porque el amor se desgaste, sino porque es necesario estar en contacto para hacer crecer el amor

El amor a distancia es un tema muy complejo de entender a menos que te pase y por un tiempo considerablemente largo. A partir de lo que pensé, sumado a pequeñas experiencias por separaciones relativamente cortas, explicaré lo que el amor a distancia conlleva y si es posible o no.

Si entendemos al amor como una planta, la utilización del paralelismo es indispensable para comprender cómo se mantiene una relación. Es necesario que el agua esté en contacto con la tierra, para que crezca la planta de forma correcta. Como el proceso de las plantas, en una relación entre seres humanos también es necesario el contacto. Un abrazo, un beso o cualquier otra variante actúan como el agua que hace crecer la planta. En este sentido, es imposible mantener una relación a distancia, salvo que sea por un período de tiempo fijo, que en algún momento vuelva el contacto.

Siguiendo con la comparación, hay formas alternativas de conseguir agua, pero estas no hacen crecer la planta adecuadamente. Un mensaje a la distancia cargado de sentimientos no es suficiente para mantener la planta viva, tampoco una llamada cada día. Es necesario que la persona indicada riegue la planta con el agua indicada, porque sino es casi seguro que otro va a desenterrar la planta marchita y va a plantar una nueva.

En fin...es imposible mantener una relación a distancia por tiempo indefinido. Un tiempo de separación moderado permite a cada integrante reflexionar y ver si está tomando las decisiones correctas. Es indispensable regar la planta del amor cada día, con agua de la buena, cargada de presencia y sentimientos puros, sino la planta se marchita y, poco a poco, muere.

miércoles, 20 de julio de 2011

Vida bifurcada

La vida te da la oportunidad de elegir entre dos caminos. Te lleva por el que elegiste. Si tropezas con una piedra, la vida te da la oportunidad de retroceder y elegir el otro. No se sabe lo que hay. Los sensatos que arriesgan en la vida para conseguir algo mejor toman el nuevo, sabiendo que al final puede estar la felicidad, los otros toman lo seguro sabiendo que van a tropezar con la misma piedra

La vida encuentra sus bifurcaciones en las decisiones que vamos tomando. Antes de explicar la frase, quiero dejar en claro que no quiero decir que la vida tiene solo dos caminos, sino que simbolizan lo conocido y lo aún no vivido. En la vida elegimos un montón de caminos, sobre una variedad inmensa de aspectos, pero esto sería un simbolismo de las decisiones en la vida de cada hombre.

 

Al comienzo, cuando uno empieza a tomar decisiones, los dos caminos son desconocidos. Cada cual, a su vez, se sigue bifurcando infinitamente. Uno tiene la posibilidad de elegir. En algún momento, en el sendero se puede interponer una piedra que te impida seguir caminando, o te haga sufrir mucho para superarla. La vida es tan generosa que te da la oportunidad de retroceder para tomar una nueva decisión. Los más sensatos eligen el otro camino, el aún no recorrido, asumiendo todos los riesgos que eso implica. Los demás, por miedo a lo desconocido, retoman el mismo camino, sabiendo que al final se va a encontrar con la misma piedra. 

 

Estas bifurcaciones en el camino se terminan en algún momento, precisamente cuando uno encuentra la verdadera felicidad. Los que tomaron el riesgo de cambiar de rumbo, tal vez la encuentren o quizá no, y tengan que volver a retroceder. Me preguntarán cómo sé cuándo conseguimos la verdadera felicidad. Yo les respondo, cuando de verdad se sientan felices, de vivir, de estar con la gente, cuando se sientan bien con ustedes mismos.

 

Las bifurcaciones tienen una única meta: la felicidad. Pese a que muchos intentan descubrir la clave para obtenerla, yo me doy cuenta que no todos somos felices de la misma manera. Es decir, la felicidad es muy subjetiva. ¿Quién sabe si al final de las bifurcaciones lo que vemos es una ilusión, un espejo que nos muestra a nosotros felices? Tal vez las bifurcaciones sigan, pero no las podemos ver, solo nos vemos con una felicidad inmensa. Busquemos ese final del camino, porque ahí yace la verdadera felicidad, que es cuando cada uno, desde su posición, se sienta pleno de felicidad.

domingo, 17 de julio de 2011

El libro de la vida

El ser humano es como un libro con final abierto. Tiene unas páginas para llenar, con historias para contar y compartir con otras personas. Y cuando se termina guarda un montón de secretos, lo que nunca contó, y la gente comienza a hacer suposiciones sobre lo que no se supo. Y nunca nadie sabe la verdad, solo el autor, que es cada uno.

Comparar la vida de un ser humano con un libro es una acción que comencé al plantear cómo sería contar la historia de mi vida. Uno de los objetivos de la vida (y que gran cantidad de personas cumplen) es escribir una autobiografía. Pero esto no tendría ningún tipo de análisis. Sin embargo, planteo la vida como un libro con final abierto y ahora explicaré a qué me refiero con esto.

La vida la vamos completando con nuestras historias, la construimos día a día y, pese a no poder recordar cada detalle, siempre lo relevante permanece, sea en la mente de uno mismo o en la de otro, si realizamos buenas o malas acciones. A la vez, muchos de los actos que realizamos día a día son dignos de ser contados, ya sea porque son graciosos, tristes, alegres, de mucha suerte, etc. Con cada acción que hacemos en la vida, hay algo que permanece y que nos dice si lo podemos volver a hacer o si no lo debemos hacer más. Estas enseñanzas muchas veces también les son útiles a otras personas que se enteran de la historia, por eso es importante compartirlas con los demás.

Todo libro tiene un final. Existen finales cerrados y finales abiertos, finales felices y finales tristes. Creo que la vida tiene un final abierto, porque uno nunca termina de escribir ese libro ni contarlo absolutamente todo, siempre algo se guarda. Como muchos autores famosos, reservan la explicación del final (si es que tiene alguna) y que cada lector interprete lo que le parezca. Así pasa en la vida, cuando se termina y la gente empieza a analizar la vida del difunto, diciendo algunos que era bueno, otros que era un psicópata, y el único que sabe la verdad es el autor, de esa vida y, en consecuencia, del libro entero.

Cada cual escribe su libro. Como siempre los demás lo terminan de escribir, al dar sus opiniones sobre la persona (o sobre ese metafórico libro que escribió, su vida misma). 

viernes, 15 de julio de 2011

El amor rompe cabezas

El corazón es un rompecabezas. Cuando esta completo, uno se siente feliz. De un día para el otro se desarma... a base de mente positiva, lógica y mucha paciencia se va reconstruyendo, al igual que cualquier rompecabezas...

El amor, definitivamente, rompe cabezas. Cuando está presente, uno se comienza a plantear si puede durar para siempre. Cuando no está, uno se pregunta por qué no está y se plantea si puede estar en el futuro. Pero la vida no es un rompecabezas solo en ese sentido. Acá voy a intentar explicar.

El corazón se siente completo cuando finalmente consigue la felicidad, cuando siente que no le falta ninguna pieza y finalmente siente que está satisfecho tal y como está, o si es ambicioso, busca un poco más. Sin embargo, no es fácil que se mantenga completo. A veces hay factores externos que hacen que alguna pieza se pierda, o a veces es una decisión propia, de volver a empezar, y construirlo una vez más usando piezas diferentes. 

A este punto quería llegar. Siempre es posible reconstruir nuevamente el corazón, pese a que una pieza se pierda. Se puede usar otras piezas, porque siempre se puede comenzar un rompecabezas desde el comienzo, usando otras piezas y otros métodos. Hay veces que es difícil darse cuenta (lo digo por experiencia), pero siempre se puede encontrar otras personas que te ayuden a reconstruirlo. No está mal pedir ayuda, a veces llega sola cuando de verdad ganaste el afecto de los demás.

Uno nunca sabe. Quizá esa ayuda que estabas necesitando se convierta en la pieza principal para rearmar el rompecabezas. Y esto último también lo digo por experiencia propia. Hay que pensar en que todo pasa por algo, asimilarlo y así construir nuevamente el corazón, ese rompecabezas que debe estar ordenado y completo para finalmente conseguir la felicidad. 

lunes, 11 de julio de 2011

Opuestos o parecidos

"Hay una ley física que dice que los polos opuestos se atraen. ¿En el amor será algo parecido, el hombre buscará en la mujer un complemento, y viceversa. Si son parecidos, será difícil perdurar en el tiempo al no haber nada novedoso?". 

 Involucrarme en el contenido de esta frase es un desafío que me dí cuenta que en algún momento tenía que afrontar. Como todo en la vida, pasé de estar completamente seguro de esta afirmación (que ahora la construí en forma de pregunta) a practicamente desecharla como verdad absoluta. 

Dos personas que son diferentes pueden encontrar en la otra persona lo que uno carece. Uno puede darle el toque romántico, el otro le aporta pasión. Uno otorga el carácter de pensar en un futuro, el otro puede considerar que pronto se va a terminar. Esto indudablemente implica una disparidad en la pareja que, en algunos casos, se admite como inevitable y se puede seguir de esta manera. En otros casos, se termina al poco tiempo, porque la diferencia también conlleva a roces inevitables. Creo que dos personas muy diferentes se puede complementar, pero se hace más complicado perdurar en el tiempo porque tienen distintos intereses y distintas formas de percibir la vida y el amor, que en el futuro no muy lejano salen a la luz.

Dos personas parecidas saben qué esperar del otro. Tienen cierta seguridad de la otra persona, porque observando el modo en que uno actuaría, el otro haría el acto reflejo. Uno ya sabe qué puede esperar, esa respuesta parecida, esa misma visión respecto del amor y la vida. También en cierto modo se complementan, pero en otros sentidos, se acompañan en la vida sabiendo que el amor no conoce fronteras, o bien se acompañan por un rato con la certeza de que pronto todo va a terminar. 

En la vida uno puede cambiar de opinión, pero es necesaria la experiencia. Yo creí que en la diferencia se encontraba el interés, y es así, pero no la perdurabilidad ni una concepción parecida respecto al amor, que complica realmente las cosas. Con una persona parecida, se puede proyectar los dos juntos, teniendo como base una idea similar de la vida y el amor y uno puede encontrar en el otro la respuesta que se espera y no sentir que uno se da completamente sin recibir lo mismo o más a cambio.