A veces creemos que el modo de conseguir permanecer al lado de una persona es atándola, celándola a más no poder. Pero los celos, en cierto modo, son síntomas de desconfianza entre las personas. Entonces, la solución no es atar a la otra persona, porque llega un momento en el cual se va a cansar de tanta persecusión y los resultados no van a ser los esperados. Si lo cuida demasiado, lo pierde.
Tampoco hay que ser extremistas. La desatención total hacia la otra persona, en algún momento, va a generar el desgaste. Es necesario mostrar interés, preocuparse por satisfacer los deseos de la otra persona, en fin...de eso se trata una relación. Si uno no cuida lo que quiere, lo pierde
La solución se encuentra en el equilibrio. Interesarse, pero no perseguir; preocuparse, pero no desesperar. Como en todos los aspectos de la vida, los excesos no son buenos. Todo debe ser en su justa medida
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