jueves, 9 de junio de 2011

El cuidado ideal

Cuando uno no cuida lo que quiere, lo pierde y si lo cuida demasiado, también lo pierde...todo debe ser en su justa medida, los excesos no son buenos


El modo en que se debe cuidar a una persona que uno realmente quiere es un gran cuestionamiento que todos nos planteamos. Depende mucho de los gustos de la otra persona, de cómo prefiere que la traten, pero a base de ciertas experiencias (mías y de allegados) he llegado a conclusiones específicas y que se resumen en la frase expuesta al inicio.


A veces creemos que el modo de conseguir permanecer al lado de una persona es atándola, celándola a más no poder. Pero los celos, en cierto modo, son síntomas de desconfianza entre las personas. Entonces, la solución no es atar a la otra persona, porque llega un momento en el cual se va a cansar de tanta persecusión y los resultados no van a ser los esperados. Si lo cuida demasiado, lo pierde.


Tampoco hay que ser extremistas. La desatención total hacia la otra persona, en algún momento, va a generar el desgaste. Es necesario mostrar interés, preocuparse por satisfacer los deseos de la otra persona, en fin...de eso se trata una relación. Si uno no cuida lo que quiere, lo pierde

La solución se encuentra en el equilibrio. Interesarse, pero no perseguir; preocuparse, pero no desesperar. Como en todos los aspectos de la vida, los excesos no son buenos. Todo debe ser en su justa medida

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