sábado, 6 de agosto de 2011

Apariencias que no engañan

Hay veces que las primeras impresiones y apariencias no engañan, sino que muestra lo que la persona va a querer ocultar en adelante, por un fin determinado.

 Muchas veces hablamos de las primeras impresiones de las cosas. Cuando vemos a una persona por primera vez, siempre un primer juicio aparece, al igual que al observar un objeto. El iceberg representa una apariencia superficial que engaña, ya que oculta mucho más en lo que no se puede percibir a simple vista. Al igual que una persona. ¿Siempre engañan las apariencias?

Hace tiempo que vengo pensando la frase. Cuando uno tiene cosas de las cuales se avergüenza o que le parece que no serían bien vistas, por lo general las oculta. Al conocer a una persona, ya con bastante tiempo (no hablo de un solo día), hay veces que se ataja para intentar ocultar determinadas características, pero que tal vez la otra persona lo descubrió con una simple mirada a los ojos o al cuerpo entero.

Hay rasgos que son difíciles de ocultar. Si uno se ataja diciendo: "yo no soy celoso", "yo soy pudoroso", pero después no demuestra lo mismo con los actos, anda actuando al igual que un celoso, o anda vestido/a de una manera excesivamente seductora, es obvio que lo que trató de ocultar no le resultó posible.

Con esto que digo, no quiero decir que esté mal ser así, pero sí que está mal ocultarlo. A las personas nos gusta conocer al otro auténtico, con sus virtudes y defectos, y después elegimos si queremos seguir tratando con esa persona o no. Así que a veces las primeras impresiones no engañan, sino que muestran lo que el otro quiere ocultar. ¡A prestar atención!

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